Museo

 

MUSEO DE ARTE TIGRE

En 2006 el Museo de Arte Tigre (MAT)* abrió sus puertas al público. Funciona en un edificio histórico del Delta, el ex Tigre Club, patrimonio histórico nacional y municipal.

El MAT, desde su creación, es un importante atractivo cultural  pensado y fundado por el intendente Ricardo Ubieto (1933-2006) quien involucró a toda la comunidad de Tigre en el proyecto.

En su decreto fundacional  expresa: “…su colección se integrará con las obras más representativas del arte argentino, comprendidas entre  los siglos XIX y XX. Resaltando aquellas expresiones  de carácter figurativo que reflejen, con claridad, imágenes relativas a los tipos y costumbres de nuestro país y de las comunidades que forjaron la Nación  incluyendo sus paisajes y tradiciones. Priorizando, en todos los casos, el más alto nivel de calidad artística, acorde al ámbito de excelencia que debe ser propio de una institución museológica”.

Así es como la particular geografía de Tigre y sus costumbres se recrean en obras de artistas que nos visitaron en el siglo XIX, como el francés Juan León Pallière: un viajero que documentó la vida en las islas del Paraná y los exóticos paisajes, apreciados a través de  sus ojos de extranjero. A comienzos del XX el muralista italiano Carlos Barberis, afincado en la Argentina, pintó iglesias a la par que apacibles visiones del Delta. Otros artistas más contemporáneos, como Horacio Butler, Jorge Larco y Fermín Eguía, que vivieron en  Tigre y lo plasmaron, también forman parte de su acervo.

Además están presentes maestros de otro río: El Riachuelo, ellos son los de la prestigiosa escuela de La Boca. Este grupo, fuertemente influido por la inmigración italiana, está presente en el museo a través de las obras del pionero Alfredo Lázzari, Víctor Cúnsolo, Eugenio Daneri, Fortunato Lacámera, Marcos Tiglio, Miguel Diomede, Benito Quinquela Martín y Miguel Carlos Victorica.

Otra sección de la colección del siglo XIX reúne acuarelas, óleos y litografías que son parte de las primeras imágenes del arte rioplatense. Tales son las obras de Carlos Enrique Pellegrini, el ya mencionado Juan León Pallière, Juan Mauricio Rugendas y José Aguyari, que registran escenas urbanas y rurales desde la mirada romántica, persiguiendo lo característico de cada lugar y su pintoresquismo. De los artistas argentinos que se formaron en Europa e introdujeron la pintura académica y el modelo vivo encontramos la llamada Generación del 80. El MAT posee notables piezas de Eduardo Sívori, Ángel Della Valle, Antonio Alice y Graciano Mendilaharzu. 

Del grupo Nexus (1905-1907), las obras de Fernando Fader, Cesáreo Bernaldo de Quirós, Carlos Ripamonte, Pío Collivadino y Justo Lynch muestran como estos artistas, actuantes en los años previos a los festejos del primer Centenario de la Revolución de Mayo, percibían en el paisaje la evidencia y el carácter particular de la identidad nacional. 

Del período comprendido entre la década de 1920 y la actualidad, la colección reúne importantes pinturas de Norah Borges, Valentín Thibon de Libian, Lino Enea Spilimbergo, Santiago Cogorno, Antonio Berni, Raúl Soldi, Juan Carlos Castagnino, Carlos Alonso y Raquel Forner, entre otros.

El museo ha formado también una interesante fototeca de artistas contemporáneos, dedicada solamente a escenas del Tigre y el Delta, así como también fue incrementando su patrimonio con esculturas, muchas de ellas emplazadas en los jardines. Se destaca  Mujer con libro de José Fioravanti. La programación de exhibiciones temporarias se centra en muestras cuya época y temática  tengan que ver con su acervo,  como también pueden incluirse expresiones del arte contemporáneo.

 

El edificio y su historia

El Museo de Arte Tigre ocupa actualmente lo que fue la antigua sede del Tigre Club. Inaugurado en 1912, su objetivo fue, entre los principales intereses, el de fomentar la recreación social y deportiva, con regatas y práctica de otros deportes. Hacia 1927, en la sala mayor de la planta baja, se instaló un casino, que fue desmantelado en 1933, cuando se  prohíbe la existencia de  juegos de azar, en las cercanías de la capital. 

El proyecto original del edificio estuvo a cargo de la firma francesa Dubois y Pater, los mismos arquitectos que proyectaron el palacio familiar Ortiz Basualdo,  actualmente  sede de la Embajada de Francia. El Tigre Club: destacado ejemplo de la arquitectura neoclásica de fin del siglo XIX, en sus espaciosos y decorados salones luce la nobleza de los materiales elegidos: el hierro para los portones, el mármol de Carrara para las escaleras, el roble de eslavonia para los pisos, bronces y dorados a la hoja para los detalles ornamentales.

Grandes orquestas y entusiastas bailarines colmaron sus salas y terrazas durante el período que dio en llamarse: la Belle époque argentina. 

En 1974 el intendente Néstor Pozzi expropió el edificio del Tigre Club, posteriormente declarado de interés histórico nacional en 1979, por sus distintivos valores arquitectónicos. Años más tarde en 1998, la Municipalidad de Tigre comienza su restauración, para destinarlo a museo de arte.

La planta del edificio está compuesta por dos grandes salas centrales y otras más pequeñas a cada lado. La sala del primer piso, originalmente salón de baile, ostenta un techo oval abovedado,  cubierto por una pintura del español Julio Vila y Prades, donde se representa a un conjunto de ocho seres mitológicos –ninfas– tocando distintos instrumentos, mientras la imponente araña de bronce y caireles de cristal corona la bóveda. En el extremo opuesto del salón, una idílica pasarela alumbrada por farolas decorativas proyecta su elegante figura hacia la vera del río Luján.

El Tigre Club fue un palacio de ensueño para la élite porteña, que disfrutaba allí del deporte y la recreación social. Actualmente, reconvertido en museo, abre sus puertas a todos los públicos.